domingo, 16 de marzo de 2014

VIVA EL PELO

Lienzo pionero de las grandes obras que Romero de Torres realizaría al final de su vida. Se trata de un estudio de 1928, donde aparece parte de un perfil de una joven, con una espléndida mata de pelo recogida por un peinecillo en un voluminoso moño, que deja caer sobre su nuca.
En tan leve asunto, el artista condensa un caudal de sensibilidad, de proyección estética. El cuadro, constituye una de sus pequeñas obras maestras. La sensualidad que posee esta composición, simbiosis de pelo y la manzana que sostiene la modelo en su mano, es una de las notas características del estilo de Romero de Torres.


No hay comentarios: